El dilema Ginóbili: ¿deben Kochorashvili y Koné salir del banquillo?
"Es probablemente lo más importante que hemos hecho en nuestra franquicia en todo este tiempo. Parece poca cosa, pero nos hizo mucho más profundos, mucho más poderosos y peligrosos".
Así hablaba el entrenador de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, en la ceremonia de retirada de Manu Ginóbili, que puso fin a su larga e ilustre carrera en 2018, tras ganar cuatro campeonatos de la NBA, disputar dos All-Star y ganar el premio al Sexto Hombre del Año en 2008. ¿Y qué fue esa pequeña pero importantísima cosa que hicieron los Spurs, o más exactamente, Manu? Sencillo: aceptar salir desde el banquillo.
Fue un ejemplo de abnegación y sacrificio nunca antes visto por una estrella de la NBA, todo en nombre de maximizar las posibilidades de victoria de los Spurs. Sin duda tomó la decisión a regañadientes, como recuerda Popovich, y a costa de sus números individuales. Hoy en día, un adolescente que consultara las estadísticas vería 13,3 puntos, 3,5 rebotes y 3,8 asistencias y se preguntaría por qué tanto alboroto. Pero ganar era lo único que le importaba al argentino, y ciertamente lo hizo: tiene el porcentaje de victorias más alto de la historia de la NBA de todos los que han jugado 1.000 o más partidos
.Todo esto nos lleva a lo que yo llamo el dilema Ginóbili, o la decisión de jugar con jugadores de calidad/estrellas desde el banquillo, en aras de ganar. Se puede que será el caso del CD Castellón, y más concretamente de Giorgi Kochorashvili y Abdoul Koné.
Ambos jugadores han sido titulares en 12 partidos con el Castellón esta temporada, lo que representa más de la mitad de los encuentros en los que han estado disponibles, aunque el marfileño no ha jugado desde enero por problemas físicos. El georgiano llegó a ser titular en 11 partidos seguidos entre octubre y enero, lo que le convirtió en titular indiscutible bajo la batuta del ex-entrenador Torrecilla.
"En empuje ganador e intangibles, estaba a la altura de Jordan, Kobe, Magic y Bird".
La razón por la que Popovich consideró que el valor de Ginóbili se maximizaba saliendo desde el banquillo era su estilo de juego, su actitud y su talento creativo. Su intangibilidad e intensidad eran tan buenas como las de cualquier otro jugador en la historia de la NBA, y el entrenador de los Spurs se dio cuenta del daño potencial y los problemas que podía causar a los rivales jugando desde el banquillo. Cuanto más se cansaran los demás jugadores, más se amplificarían sus habilidades y puntos fuertes, maximizando las posibilidades de los Spurs durante los cuatro cuartos.
El fútbol es un juego diferente, pero la lógica sigue siendo similar. Giorgi Kochorashvili es la quintaesencia del centrocampista "box to box": carreras fuertes y potentes, que enlazan el centro del campo y el ataque, y exactamente lo que un rival no querría tener enfrente con 60 minutos jugados. El Castellón cuenta con varios centrocampistas de gran calidad, pero al ser el único que realmente encaja en ese perfil, el impacto que el georgiano puede tener saliendo desde el banquillo es quizá mayor que el de cualquier otro.
Hasta el fichaje de Adri Fuentes en enero, Koné era quizás el extremo más físico del equipo, y se puede argumentar incluso ahora que en su mejor momento es el jugador que realmente puede crear algo de la nada. Al igual que Kochorashvili, es el tipo de jugador al que no quieres ver salir cuando tienes las piernas cansadas y estás al principio de la segunda parte.
Las estadísticas también muestran el impacto añadido de ambos jugadores en funciones de suplentes, especialmente en el caso del georgiano. Los números de la segunda parte aumentan de forma generalizada en comparación con los de la primera. Kochorashvili duplica con creces el número de carreras progresivas que realiza en la segunda parte, con una diferencia significativa también en los duelos ofensivos ganados.
Kochorashvili
Koné
Poniéndolo en practica
Parece, al menos con Kochorashvili, que Albert Rudé lo está probando. En los seis partidos que lleva en el cargo, el técnico del Castellón sólo ha puesto de inicio al georgiano una vez, en su primer partido ante Osasuna. En los siguientes partidos, Kochorashvili siempre ha sido el primer suplente, en torno a los 60 minutos, para darle tiempo a tener un impacto significativo. Y los resultados han sido prometedores.
Contra el Eldense, Kochorashvili marcó el segundo, tras internarse en el área y aprovechar un pase de cabeza de Jesús De Miguel después de que la defensa le dejara libre de marca. Contra el Atlético Baleares, tuvo algunas buenas secuencias de presión y ataque, incluso cuando su equipo levantaba ligeramente el pie del acelerador.
Cuando Koné vuelva a estar en forma, será interesante ver qué papel le asigna Rudé, pero la opción de que juegue la segunda parte e impacte debería dar al Castellón la oportunidad de causar muchos problemas a sus rivales.
El "suplente de impacto" no es tradicionalmente un papel al que aspiren los jugadores. Todos quieren ser titulares a toda costa, muy pocos han estado dispuestos a hacer el "sacrificio". Sin embargo, un partido dura 90 minutos. Hay que ser tan bueno en la primera parte como en la segunda. Si un gran jugador que sale desde el banquillo puede ser la diferencia entre ganar y perder, ¿no merece la pena? Cuatro títulos de NBA después, Manu Ginóbili podría estar de acuerdo.
Por no hablar de su medalla de oro con Argentina en los Juegos Olímpicos de 2004, o su victoria en la Euroliga en 2001.