El ascenso, Parte 2: Sinergia
El Castellón ha acertado en lo que tantos otros clubes se equivocan: tener una identidad.
f. Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales. - RAE
Busca la palabra sinergia en el diccionario y verás algo parecido. Sin embargo, esta temporada se pueden reescribir los diccionarios y dar una definición mucho más sencilla: el Club Deportivo Castellón. Sin duda, hubo muchos factores claves en la temporada de los albinegros, pero por encima de todos ellos estuvo la creación de una identidad con la que jugar. Un faro por el que guiarse si el mar se agitaba. Es algo de lo que pocos clubes son conscientes, y sin lo cual el éxito sostenido a cualquier nivel es casi imposible.
Bob Voulgaris entiende el riesgo mejor que casi nadie en la tierra. Por eso prospera cuando los asume. Cuando apostó la mayor parte de sus ahorros a que los Lakers ganarían el campeonato de la NBA, no se trataba sólo de una apuesta "all-in", sino de un reflejo de la disparidad entre las cuotas de las casas de apuestas y la posibilidad real de que ocurriera, el EV (valor esperado), como les gusta llamarlo a los apostantes. Y fue fácil identificar el valor esperado en las reglas más fundamentales del fútbol cuando cambió de deporte y compró el Castellón en 2022: 3 puntos por victoria, 1 por empate y 0 por derrota.
Si los triples en la NBA estaban infravalorados hace 20 años, valiendo un 50% más que los tiros de dos, imagínense la cara de Bob cuando miró al fútbol y vio que ganar era un 200% mejor que empatar, pero que la mayoría de los equipos seguían buscando defender el 1-0 en lugar de intentar confirmar la victoria e ir a por los dos, y jugar al empate cuando se enfrentaban a un equipo supuestamente mejor. La ventaja estaba ahí para ser explotada, y la identidad, por tanto, estaba establecida: siempre al ataque, siempre a por la victoria, un empate es el peor resultado posible, ya que probablemente significa que no has atacado lo suficiente.
Cualquier posible contratación de entrenador, y cualquiera en la parte deportiva, tendría que entenderlo, y vivir según ello. Por desgracia para Rubén Torrecilla, el entrenador que estaba al mando cuando Bob compró el club, no lo hizo. Hubo cierta sorpresa entre los aficionados cuando fue despedido en diciembre de 2022 con el equipo segundo en la clasificación, pero en realidad era previsible. Empatar el 30% de los partidos era demasiado ineficaz, sobre todo cuando el equipo jugaba a menudo para aguantar el resultado.
Albert Rudé, el hombre elegido para dirigir al equipo en la segunda mitad de aquella temporada, no acabó de mejorar la situación. De hecho, empeoró ligeramente, con un porcentaje de empates del 34%, mientras el Castellón se quedaba a las puertas del ascenso a través de los playoffs. Bob lamentó el planteamiento prudente adoptado en la final contra el Alcorcón, y llegó el momento de traer al hombre al que había echado el ojo durante mucho tiempo.
Dick Schreuder se incorporó recién ascendido a la Eredivisie con el PEC Zwolle -cuatro empates en 38 partidos y 99 goles- y por fin Bob tenía a alguien que encajaba realmente con su identidad. Se había alcanzado la sinergia.
Al principio hubo algunos problemillas, sobre todo para algunos jugadores. La pretemporada fue dura, ya que se adaptaron a las exigencias físicas de Dick y a su nuevo estilo de juego y pasaron de dudar a creer, pero dio sus frutos desde el primer partido contra el Málaga. Salieron a por todas y nunca miraron atrás. La ventaja física se hizo evidente en la primera mitad de la temporada, en la que se deshicieron de los equipos con su presión y su ataque implacable.
En el momento de escribir estas líneas, el equipo tiene un récord conjunto en Primera RFEF con 82 puntos a falta de un partido, 74 goles a favor (9 más que el récord anterior) y sólo cuatro empates, algo menos del 11%, que yo sepa también un récord europeo en 2023/24. Estos son los números que preveía Voulgaris allá por 2022, y que finalmente se han hecho realidad en su segunda temporada al frente del club.
Schreuder fue identificado a través de datos como uno de los pocos entrenadores que realmente sería capaz de llevar a cabo lo que Bob tenía en mente, sin lo cual nada de esto habría sucedido. La relación entre el presidente y el entrenador del Castellón es tan cercana que resulta difícil imaginar que no continúe en un futuro próximo: "hermanos para toda la vida", como Bob publicó en Twitter tras conquistar el título. Sin embargo, independientemente de que Schreuder acabe dirigiendo algún día a un equipo de la élite europea -algo que parece probable que suceda tarde o temprano-, el perfil del entrenador de Castalia está tan fijado, la identidad tan definida, que quienquiera que sea el próximo en ser elegido debería encajar a la perfección.
A lo largo de la historia del fútbol, el entrenador ha sido el sol y todos los demás integrantes del club planetas del sistema solar. Sin embargo, los Ferguson, los Wenger y los Guy Roux son ya figuras del pasado. El deporte ha cambiado, al menos en los clubes "inteligentes". En clubes como el Castellón, el Brighton o el Liverpool, la identidad marcada por la directiva es ahora el sol, y el entrenador es un planeta, aunque mucho más importante que los demás. La identidad del equipo dicta al entrenador, el entrenador no dicta la identidad del equipo.
Sin ese sol, las cosas se complican. Que se lo pregunten al Chelsea, que destituyó a Mauricio Pochettino después de una sola temporada, o al Manchester United, cuyas últimas filosofías de entrenadores parecen el menú de un restaurante chino que sirve fish and chips.
Tal vez, lo más difícil de encontrar sea un propietario con la suficiente convicción en un planteamiento para dirigir un club de esa manera, o incluso un propietario con un planteamiento alguno. ¿Cuántos clubes en el mundo del fútbol tienen realmente una identidad que no cambiará independientemente del entrenador? ¿Un producto que está tan grabado en piedra, que los aficionados pueden estar seguros de lo que obtendrán semana tras semana? El Castellón se encuentra sin duda en esa corta lista: empieza en la directiva, sigue con el entrenador, sigue con los jugadores y probablemente hasta con el cocinero y el nutricionista. Toma nota RAE, porque así es como se define la sinergia.
Mejor explicado imposible. Enhorabuena muy buen artículo
Enhorabuena por el artículo, está muy bien redactado y argumentado. Me gusta mucho leerte.